María Otero emprende una interesante búsqueda a partir de una serie de objetos que ha venido coleccionando desde hace tiempo. Otero quien se ha interesado en el espejo como un dispositivo de reflexión en varios sentidos, se ha inclinado esta vez por la estética de los objetos de “lujo barato” que suelen ser exhibidos por narcotraficantes en el Valle donde se han establecido algunos de estas prácticas con sus respectivos efectos en la sociedad. Las piezas aluden a este tipo de estética donde el exceso, el brillo y la sobre dimensión parecieran ser sinónimo de poder. Para esto ella ha investigado sobre algunos de los objetos e imágenes, que suelen verse en estos contextos y los ha “traducido” en piezas que evocan estas soluciones estéticas, y la carga religiosa que está siempre presente en ellas.

Curaduria y texto por: Franklin Aguirre